Antes de que pueda usted aceptar a Dios, debe aceptarse a sí mismo, lo cual es mucho más espantoso. Los primeros pasos en la aceptación de uno mismo no son nada agradables, puesto que lo que uno ve no es una vista precisamente hermosa. Se necesita de todo el coraje para seguir adelante. Lo que ayuda es el silencio. Mírese a sí mismo en completo silencio, no se describa a usted. Mire el ser que usted cree ser y recuerde: usted no es lo que ve. El proceso de la autoinvestigación es: . No hay otros medios para la liberación, todos los medios retrasan. Rechace resueltamente lo que usted no es, hasta que el ser real surja en su gloriosa vaciedad.
Nisargadatta
1 comentario:
om
"...hasta que el ser real surja en su gloriosa vaciedad.!"
Que promesa tan grandiosa encierran esas palabras!
Gracias por recogerlas.
Un gran abrazo Tania!
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