jueves, 7 de enero de 2010

Meditación-Emociones negativas- Tendencia al suicidio.





Nada ayuda más a que la meditación ilumine toda nuestra vida, que el hecho de que comprendamos cómo está hecha y construida esa vida en nuestro interior y aceptemos, que lo de abajo, está bien estando abajo y lo de arriba, está bien estando arriba.

La Vida real, esa que funciona aunque nos quedemos en la cama, solo es un discurrir para que las emociones, aspiren a dejar de ser emociones y se conviertan en sentimientos compartidos.

Y para que la mente – esa que pajarea sola y vive al margen del cuerpo -aprenda a través del sufrimiento y empiece a tener interés y compromiso de llevar hacia la claridad, a toda esa humanidad que es mi cuerpo, en un movimiento que deberá ser conjunto y por tanto, global.

En un abanico, para que mi visión de él, sea completa, está bien que en una esquina, esté San Juan de la Cruz y en la otra, el terrorista y el suicida que todos llevamos dentro.

Fortalecerse emocionalmente y mentalmente, para tener ese tipo de Conciencia integradora y no excluyente, es el primer paso para darnos cuenta desde fuera, que yo, no soy ni San Juan ni el suicida, sino QUIÉN se da cuenta de ellos. SER CAPAZ DE COLOCAR A AMBOS FUERA DE LO QUE SOY, nos permite decir que somos los dueños y no los esclavos de la mente.



FUNCIÓN DE LAS EMOCIONES.-

Las emociones positivas, en la medida que trabajan por expresar y agrandar la Vida, ya están a las puertas del corazón y por tanto, hay que vivirlas, disfrutarlas e iluminarlas en su camino ascendente.

Para contrarrestar toda esa parte de mi mismo que con la mente oculto, temo, o rechazo, está bien que las emociones negativas, estén donde están, para que a través del sufrimiento que nos generan, por vivir desintegrados, aspiremos a iluminar toda nuestra vida, no solo la que nos gusta.

Todos los protagonismos de una mente desintegrada, van haciendo crecer nuestras raíces interiores que se irán alimentando de la soberbia de ese rey, que dice: Soy el rey, Soy el rey, de un mundo que está vacío.

El sufrimiento, deberá reconducir toda esa soberbia del ser humano. Las raíces de cualquier árbol, se bloquean entre sí, se retuercen, se agarran a la tierra ( a nuestro cuerpo ) para no soltar y para sostener toda la estructura que soportan encima. Nuestras emociones, serán las raíces que sustenten nuestra mente desintegrada.



        RESPIRACIÓN CONSCIENTE.


















La respiración consciente, igual que ilumina las emociones positivas, nos ayudará a conocer todo el lenguaje con el que hablan nuestras raíces. La respiración consciente, va a ser el criado del Alma que a través de la inspiración y expiración, informe, avise, de la señal, aporte una dimensión más amplia y distinta, a toda esa parte de nuestro interior, que no entendía ni conocía lo que es al aire, ni que existe un abajo y un arriba, ni siquiera, una alternativa al apretar y agarrase.

* A través de la respiración consciente, que impedirá que la imaginación y las ideas funcionen, El Alma, empieza ya a fluir desde lo oscuro.

La respiración consciente, nos permitirá ir abriendo toda esa parte que el ser humano se niega a sacar y a iluminar y que estará atada y bien atada a través de los músculos y articulaciones insertados en la columna en las zonas genital y anal. Ahí, no hay aire, porque nosotros, lo tenemos sin iluminar. El terrorista y el suicida que todos llevamos dentro, aun está por comprender e iluminar.

Toda esa parte de nosotros que nos negamos a mirar, habla con el lenguaje de la depresión, de la desesperanza, de la melancolía, de la tristeza, de la ausencia de ilusión, alimento del que en su momento, comerá el suicida, en un camino irreversible. Y en el que los remolinos que se movilizan en esas zonas, harán que lo irreversible suceda. El suicida, tiene el derecho de que por fin, la Vida de todos, lo quite del medio.

Conocer el lenguaje de las terminaciones nerviosas a través de la respiración consciente, nos permitirán vivenciar el sufrimiento de esas zonas del cuerpo, donde la ausencia y la negación de vida compartida, campan a sus antojos. La ciática, las fístulas de ano, enfermedades como el síndrome de las piernas inquietas, son simples reflejos de lo que a nivel nervioso, se cuece en esas zonas y que nos hablan de situaciones insoportables.

La soberbia del suicida, ha llenado su vida de bloqueos que impiden que la energía fluya.


INTERESARSE POR CONOCER LO QUE HACE POSIBLE LO DE ABAJO.-





Los momentos previos al orgasmo, en las relaciones sexuales, nos hablan también de situaciones, que porque existe la posibilidad de una salida, las soportamos. El suicida, no tiene dónde, ni quiere con su actitud sacar su energía. Pues eso, supondría dar el brazo a torcer y aflojar su mente y su protagonismo.

El ser humano, juguetea con las cosquillas de esa zonas, porque sabe que hay salida al juego. Esos juegos, mientras duran, cosquillean, entretienen, agrandan el miembro, agrandan la afluencia de sangre al otro miembro, pero no liberan a la persona.

Es una paradoja que para traer a un ser al mundo, dos personas primero, se vayan al quinto pino. Ese ser humano que nace, viene encerrado en una jaula donde la capacidad y la existencia de una CONCIENCIA global, que nos va a dar una dimensión más exacta de lo que somos, todavía no están ni siquiera reconocibles.

El feto en la placenta, no tiene elección. DESEA un mundo al que no conoce, y del que depende para alimentarse. Y TEME, a ese mismo mundo de fuera, porque nunca lo ha conocido.

Toda nuestra naturaleza, constreñida a ser, solo un mundo reducido de deseos y temores. Ahí, comienza la REPETICIÓN de las partes todavía sin iluminar de la mente humana. Repetimos porque nosotros, conscientemente nos hemos ido primero al quinto pino y hemos soltado la conciencia global de nosotros mismos.

Es lógico, que nuestros hijos, vengan al mundo desde la frontera de la animalidad donde les habíamos mandado.

* Urge que en el siglo 21, el ser humano, ilumine su sexualidad.

* Urge que la imaginación de los educadores, esté al servicio de que desde la tierna infancia, se informe y devuelva al ser humano, su categoría de ser humano y se le eduque desde sus capacidades reales. De las que ha perdido el feto al mandarle nosotros primero al quinto pino de nuestra animalidad. Traemos al mundo animales porque nosotros, al no iluminar nuestra sexualidad, engendramos solo eso, animales.

* la Vida, no exige toda esta repetición sin sentido. Para eso, ya están los animales.

Si ya somos grandes y la Conciencia global lo atestigua y confirma, no es de recibo, que por unos cosquilleos sin iluminar, uno tenga que empezar a enterarse de en qué consistía la Vida y cuáles eran nuestras capacidades, cuando ya envejecemos. Si es que realmente, hemos sido capaces de descifrar para esos momentos tan tardíos, la mitad de este misterio que llamamos nuestra vida pequeña, la que conforma ese 10/12% del cerebro, al que damos tanto protagonismo.

Lo que nos negamos a iluminar, es aquello a lo que nacemos una y otra vez a vivir. Y si nosotros, nos permitimos cosquilleos por adelante y por atrás, esos mismos cosquilleos sin iluminar, son las luces que entretienen y con las que disfruta el suicida, con la única salvedad de que él, no tiene salida y ni siquiera, posibilidad de repetición para enmendar errores.

Agustín Fernández del Castillo.