sábado, 27 de marzo de 2010

*La visión limitada del mundo que percibimos.






¿Cómo hacer para diferenciar lo real de lo falso? Viendo que la verdad es una y nos conduce a un crecimiento natural e inequívoco, que es el Amor, y ese Amor es eterno, el ruido que nos produce el estado mental, puede que nos impida verlo, pero no se puede cambiar lo que realmente somos,¡Ya Somos!.
El mundo de la percepción pertenece al tiempo, a la dualidad, a interpretaciones, comienzos y finales. Todo esto es una interpretación de la personalidad cambiante, no de hechos basado en la verdad que Soy. Es un mundo donde nacemos y morimos y que tiene sus raíces en la separación y en la muerte, por consiguiente en el miedo.
Lo que la personalidad ve y oye parece real porque sus creencias aprendidas les lleva a vivir en un mundo de deseos e ilusiones, por eso defendemos este mundo, porque no tiene realidad, lo real Es y no hay que defenderlo ya que prevalece por si mismo.
La forma de salir de esta ilusión, es reconociendo en nosotros y en los de más la divinidad que somos, esa permanencia de Ser, que por poca atención que le prestemos tenemos esa capacidad de reconocerla.
El Amor nos muestra que el mundo de los sueños no es más que….. Sueños.

domingo, 14 de marzo de 2010

*La acción sin búsqueda del resultado.















¿Desde el estado dual se pueden experimentar estados No-duales?

El estado No-dual no nace desde la dualidad sujeto-objeto. El estado
No-dual es el sostén de la dualidad, de igual manera que el espacio es el
sostén de los volúmenes y no los volúmenes el sostén del espacio. De esta
misma forma la Conciencia No-dual es el sustento, es la base sobre la cual
se puede experimentar el mundo dual a través de la conciencia individual.
Cuando tú falsamente percibes una serpiente en vez de observar una
soga, podrás notar que la serpiente existe solamente en tu mente. Sin
embargo, la sustancia de la serpiente no es la serpiente misma, es la soga.
Si tratas de plantear la raíz de su existencia llegarás inexorablemente al
símil de qué fue primero: El huevo o la gallina. De esta manera algo
inexistente como la serpiente se convierte en algo sin comienzo ni fin, sin límite.
Así mismo, existe un sustrato de la serpiente que es la soga. La soga
al no percibirse, aunque sea el sostén y la sustancia esencial que sostiene la
serpiente no se detecta mientras la ilusión de ver una serpiente se
experimente. De igual manera, la condición No-dual es el sustento de la
condición dual. La no-dualidad no es que nazca de la dualidad. La no dualidad
es el estado real de la existencia. La dualidad sólo existe a los ojos
de un sujeto que se recuerda históricamente. Dualidad y no-dualidad se
intersectan pero no coexisten, al igual que la soga y la serpiente.



¿Hay acciones buenas y acciones malas, correctas o incorrectas?

No existen acciones buenas por si mismas ni acciones malas por si mismas. Es el desarrollo de la filosofía o del sistema teológico el que ha determinado esa condición. Las acciones no son malas por si, ni buenas por si mismas. Desde nuestra perspectiva no existe ninguna acción que por si misma prevalezca sobre las demás. Sin embargo, se le ha entregado a la ética y la moral la determinación de si una acción es negativa o de si es correcta.
En el sistema de pensamiento del Vedanta la acción no esta
supeditada a una axiología, es decir, a una categorización. Planteamos la moral desde un aspecto diferente, hablamos de las acciones que seencadenan entre ellas porque existe un intermediario que las relaciona.
El “yo” es el encadenante de la acción. Encadenar implica que las
acciones realizadas generen consecuencias en las que también exista sentido de poseedor de la acción.
Al encadenamiento de la acción le llamamos karma, y a las acciones que no se encadenan a sus consecuencias debido a la ausencia del “yo”cuando se las realiza o conoce, les denominamos dhármicas. Afirmamos que lo “correcto” es el dharma, pues no hay sentido del “yo” en la acción física o mental.








¿Cómo hay que realizar la acción correcta en la vida cotidiana?

Planteamos que la acción tiene esencialmente dos condiciones para
hacerla de forma diestra, dhármica. Una es realizar la acción sin la
búsqueda del resultado de la acción, es decir, realizar la acción por si
misma y por la responsabilidad que implica estar vivo, por la
responsabilidad que implica el hecho estar en contacto con la naturaleza. En
segunda instancia, realizar la acción sin sentido egoístico, al igual que la
hace un actor mientras actúa. El actor asume un rol pero no se puede creer
que él sea el propietario de aquel papel que interpreta, es sólo la magia de
la actuación quien obra. Estos dos elementos: no apetencia al fruto de la acción e
inidentificación en la acción física o mental, son quienes determinan que
una acción favorezca la aparición del karma o el dharma, con la
consiguiente aparición o no de nexo entre acción y actuante.










¿Podemos convertir cualquier acción simple en una práctica meditativa?

Claro, cualquier acto que realice el ser humano tiene la posibilidad de
realizarse diestramente: caminar, comer, mirar, hablar, jugar, trabajar,
¡inclusive matar, inclusive morir! Todo consiste en aprender a responder de
manera diestra en el instante en donde la acción aparece. Esa respuesta
diestra permite que la acción se realice, pero inhibe la presencia del “yo” en
ella. Esta forma de actuar implica relacionarse con la acción de una manera
diferente, libre, abierta sin apetencia de fruto ni sentido egoístico.
 
Sehsa

domingo, 7 de marzo de 2010

*Amar es aceptar y aceptarse.


Ámate como eres. Yo me amo como soy. No insistas en cambiarte, no insistas en cambiarme.
Porque me amo como soy, amo todo lo que soy.
Es el mejor regalo que me puedes dar y que te puedo dar. Gracias.

sábado, 6 de marzo de 2010

*YO SOY.


El propio hecho de la observación altera al observador y a lo observado. A fin de cuentas, lo que impide el reconocimiento de la verdadera naturaleza de uno es la debilidad y la torpeza de la mente y su tendencia a pasar por alto lo sutil  y centrarse sólo en lo grosero. Cuando usted sigue mi consejo e intenta mantener la  mente sólo en la idea (yo soy), se hace consciente de la mente y sus caprichos. La conciencia en sí, siendo armonía lúcida en acción,  disuelve la pereza y aquieta la agitación de la mente, y suavemente pero con firmeza cambia su misma sustancia. Este cambio no tiene por qué ser espectacular, tal vez apenas se note; sin embargo, es un giro profundo y fundamental, de  la oscuridad a la luz, de la inadvertencia a la conciencia.

Nisargadatta.