lunes, 14 de marzo de 2011

*El apego al cuerpo nos tiene encarcelados.

Este estado corporal es esclavo del tiempo y transcurre entre el nacimiento y la muerte. Hasta la evidencia actual de “yo soy” es, como la vigilia y el sueño, un estado transitorio. Esta necesidad de predicciones, de saber lo que va a suceder, demuestra tu apego a este estado corporal. Hay uno por cada millón que es capaz de comprender lo que digo. La mayoría de los que vienen aquí pretenden comprenderme a nivel corporal. Dependéis los unos de los otros por vuestra intimidad mutua, vuestros gustos, vuestros amores. Este apego a vuestra intimidad os impide liberaros de este estado corporal, emocional, intelectual, y mientras dure esta identificación no podréis comprender la consciencia.
Nisargadatta.