jueves, 1 de diciembre de 2011

*La vida y la muerte, son reales para el hombre cautivo.

Cuando usted está mareado, ve el mundo dando vueltas a su alrededor. Obsesionado con la idea de los medios y las metas, los trabajos y los propósitos, usted me ve aparentemente funcionando. En realidad sólo miro. Todo lo que ocurre, ocurre en el escenario.
 La alegría y la tristeza, la vida y la muerte, son reales para el hombre cautivo, para mi están en el espectáculo, y son tan irreales como el propio espectáculo.
Yo puedo precibir el mungo igual que usted, pero usted cree que está dentro de él, mientras que yo lo veo como una gota iridiscente en la vasta extensión de la consciencia.
Nisargadatta