lunes, 1 de febrero de 2010

*Aflojar la mirada, para soltar tensión.


Nuestro mirar, casi siempre está buscando agarrarse a algo, en la mayoría de los casos, aprobación o confirmación de lo de fuera.. Con nuestra manera de mirar y de querer retener eso que nos gusta, nos tensionamos y llevamos al cuerpo en una tensión y alerta permanente. Es como si hubiéramos nacidos con

unos ojos que solo están educados para vivir desde esa tensión superficial.


Aflojar la mirada es "soltar" y como consecuencia, distensión en el resto del cuerpo; lo que nos permite escuchar y mirar desde el silencio.


En ese aflojar, no hay que estar pendiente de iluminar ni de amar nada, ya que a partir de que dejamos de incordiar nosotros, todo se percibe como sucediendo desde una naturalidad de Ser que lo está integrando y unificando todo.