viernes, 8 de enero de 2010

*Aquello que nos complace nos retiene



Renunciando a todos los deseos menores.

Mientras esté satisfecho con lo inferior no puede alcanzar lo superior. Todo cuanto le complazca, le retiene a usted. Hasta que se dé cuenta de lo insatisfactorio, transitorio y limitado que es todo, y ponga todas sus energías en un gran anhelo, ni siquiera habrá dado el primer paso.

Por otro lado, la integridad del deseo por lo Supremo es por si misma una llamada de lo Supremo. Nada físico o mental puede darle libertad.

Usted se libera cuando comprende que su cautiverio lo ha creado usted mismoy entonces deja de forjar las cadenas que lo atan.

Nisargadatta.

*Responsabilidad













Ocuparse de los demás y olvidarnos de nosotros, es habitual y sencillo. Lo hace todo el mundo. Es una forma de huir, para no hacernos cargo de nosotros mismos.

Salir serenamente de ese juego, supone confiar y reafirmar que cada uno, tiene ya dentro la capacidad de cuidarse por si mismo. Y eso es un Amor maduro.