Le preguntan a Nisargadatta ¿las cosas ocurren como usted quiere que ocurran, o quiere usted que ocurran como ellas ocurren? Las dos cosas. Acepto y soy aceptado. Yo soy todo y todo es yo. Siendo el mundo no tengo miedo del mundo. Al ser todo, ¿a qué habría de tener miedo? El agua no teme al agua ni el fuego teme al fuego. No tengo miedo porque no soy nada que pueda experimentar miedo, o pueda estar en peligro. No tengo forma ni nombre. El apego a la forma y al nombre es lo que crea el miedo. No tengo apegos, soy nada y la nada no tiene miedo a nada. Por el contrario todo tiene miedo a la Nada, porque cuando una cosa toca la Nada, se convierte en nada. Es como un pozo sin fondo, cualquier cosa que cae allí,desaparece.
Nisargadatta
La respuesta que aporta está impregnada de compresión y claridad con respecto al miedo y la aceptación.